PICASSO Y SUS MASCOTAS.
Contrario a la imagen que proyectaba de hombre duro, hoy abriremos un espacio para explorar a Picasso y sus mascotas.
Pablo Picasso amaba a los animales desde que era un niño.
Esto lo demostró cuando llevaba palomas como mascotas a su escuela en Málaga, España con apenas siete años.
Su cariño por las palomas trascendió las décadas sobretodo cuando vivió en la Villa La California, en Francia.
Picasso eligió el tercer piso de su hermosa residencia para albergar muchas de ellas donde llegaba a observarlas.
Las palomas entraban a su casa y paseaban con tranquilidad sin temor de ser rechazadas.
Ellas ya sabían que tenían un lugar asegurado en el corazón del Pintor Español.
Como todo lo que amaba, también plasmó a las palomas en sus pinturas, como signo de su amor por ellas.
Recordemos que también le puso Paloma como nombre a su amada hija Paloma Picasso.
Una vez establecido en laVilla La California en Francia, ya tenía a su viejo compañero y mascota un gran boxer llamado Yan.
Sin embargo, a pesar de amarlo y cuidarlo, mantenía la distancia con él pues era demasiado serio y enorme.
Aparte de Yan el gran boxer, Esmeralda la cabra, era la otra mascota de Picasso.
A su amada cabra, Picasso le hizo una estatua en el jardín de su propia casa.
No obstante, ésta pasaba atada a su misma estatua metálica en el jardín de la Villa.
Todos los días, en las típicas mañanas de verano, antes de empezar a trabajar en su estudio, Picasso bajaba las gradas con su cabra Esmeralda y la ataba por horas a su propia estatua.
Esmeralda quería libertad, no le gustaba mucho estar atada a su propia estatua.
Así transcurrían los días de Picasso y sus mascotas.Sin embargo, ese no era el lugar donde Esmeralda dormía en los días cuando el clima traía lluvia.
Esmeralda tenía su lugar ya establecido en el segundo piso de la casa de Picasso.
Éste era un espacio designado por Picasso, donde podía disfrutar de una cama hecha de mucha paja.
A Esmeralda le encantaba comer hojas tirada de panza sobre su cama de paja.
El amor de Picasso por Esmeralda fue reflejado también a través de sus pinturas.A Picasso le encantaban los animales y dentro de sus mascotas también tenía una mona llamada Monina y tres gatos.
Con todos estos animales viviendo en la casa de Picasso podríamos pensar que ya el gran Pintor Español tenía suficiente pero no fue así.
Estando en la Villa La California, fue visitado por un famoso fotógrafo, quíen traía consigo a un pequeño perro salchicha que le regaló a Picasso. Desde ese día fue el consentido de Picasso.
De aquí en adelante, este pequeñín se robó el corazón del Pintor aunque los primeros días insertado en la Familia Picasso no fueron fáciles.
Lo anterior, debido a que el gran boxer Yan y la cabra Esmeralda le darían mala vida por celos al sentirse destronados.
Estas escenas de Lump tratando de ajustar su vida a la Villa La California eran muy divertidas para Picasso.
Y es que Lump con esos ojos asustados lo decía todo. Él sería añadido a la historia de Picasso y sus mascotas.
Lump también disfrutaba mucho estar en el jardín persiguiendo las ovejas.
Es por esto, que en una ocasión se topó frente a frente con Esmeralda y salió despavorido hacia la casa donde su amado Picasso lo arrulló en sus regazos.
Lump era la mascota de Picasso más afortunada al permitírsele estar con él en su estudio mientras él pintaba.
También Lump amaba comer en los regazos de Picasso, quién lo retrató en su propio plato.
Picasso amaba a su perro salchicha Lump más que a su antigua mascota Yan.
A Lump le encantaba traer su juguete para que Picasso lo lanzara y él pudiera ir a perseguirlo.
Lo amaba tanto que hasta llegó a duplicar "Las Meninas" una obra de Velazquez y borrar a un perro grande incluído en ella para sustituirlo por la figura de su perro Lump.
Después de todo vale la pena ser el consentido de este Gran talentoso Pintor Español.
Espero les haya gustado. Pueden seguir leyendo más sobre Picasso:
Todo sobre la fascinante vida de Pablo Picasso.
Picasso y sus Mujeres:
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La vida de Van Gogh
Biografía de Salvador Dalí
La vida de Leonardo Da Vinci
Me encanta cómo Picasso incorporó a sus mascotas en su arte, como una extensión de su amor por ellos.
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