Esta es la casa de Monet en Giverny, París, Francia, en la cuál vivió más de 43 años.
Ésta fue escenario para muchas de sus bellas pinturas cargadas de flores, nenúfaras, el estanque y el puente colgante Japonés.
Vamos, entremos
La Casa de Monet estaba situada en la localidad de Giverny, París, en la región de la Alta Normandía, Francia.
Éste era un pequeño pueblo con aproximadamente 300 habitantes y cuya principal actividad económica era el cultivo de la vid.
Monet empezó arrendando esta casa en Giverny.
Cuando sus pinturas empezaron a venderse bien y llegó a ser un pintor reconocido, la compró y remodeló a su gusto.
Monet pintó sus paredes en blanco y rosa y las ventanas de color verde.
Con el tiempo Claude Monet fue ampliando el terreno para crear un jardín con plantas exóticas que trajo de diferentes lugares del mundo.
Sin embargo,Monet hizo esto en contra de la opinión de sus vecinos de Giverny quienes temían que pusiera en peligro la salud de sus animales y cosechas.
Pero al final Monet consiguió crear el escenario que daría vida a su hermoso jardín en el cual encuentró gran felicidad y satisfacción.
Fue Monet quien diseñó el jardín que iba a ser inspiración de muchas de sus obras.
Tras cumplir con muchos requisitos administrativos, consiguió montar un estanque asimétrico y exótico, desviando el río Epte.
Fascinado por el arte de Japón, mandó a construir el puente japonés que atraviesa dicho estanque.
Este estanque es conocido como el de los nenúfares o plantas acuáticas, las que pintó durante toda su vida.
Hoy la Colección de cuadros de Nenúfares pertenece al Estado Francés, y fue donada por el propio pintor en 1922.
Esta colección se encuentra expuesta en el Museo de l' Orangerie, en París.
La propiedad de la casa de Monet en Giverny, tiene alrededor de una hectárea dividida en dos áreas por una antigua via ferroviaria que se atraviesa gracias a un túnel.
La casa, de dos pisos, mantiene los muebles y decoraciones originales.
Además, la casa de Monet en Giverny conserva el taller del pintor, el comedor, la cocina, el dormitorio de Monet, el de su esposa Alice y el pequeño salón azul de lectura.
Es ahí donde se conservan todavía las estampas japonesas que tanto gustaba coleccionar al artista y de las que llegó a tener más de doscientas.
El cuarto de Monet
Cuarto de Alice su esposa
Cuarto azul de lectura
Frente a la casa, hay un huerto aparentemente desordenado que nos muestra la pasión de Monet por la naturaleza y sus colores.
Él decía: “más allá de la pintura y la jardinería, no soy bueno para nada”.
Y es que aunque más tarde tuvo alrededor de siete jardineros que trabajaban para él, su pasión por las plantas le hacía que siguiese controlándolo todo.
Con los años, Monet empezó a tener problemas de visión y eso le llevó a una profunda depresión.
Su amigo Clemenceau le animó a seguir pintando pues su casa y su jardín se habían convertido en un inmenso taller de arte.
Sin embargo, su humor había cambiado.
Monet seguía agravado por la muerte de su hijo, y acabó destruyendo varias de sus obras y bocetos.
Lo anterior, porque no quería verlos en un mercado de arte, algo que no consiguió evitar después de su muerte.
Después de años de abandono tanto de la casa como del jardín, en 1980 se crea la Fundación Claude Monet que restaura la propiedad tal y como había sido en la época en que el artista vivía en ella.
Hoy en día se ha convertido en el segundo lugar más visitado en la región de Alta Normandía, Francia.
La casa y los jardines se abren al público a principios de la primavera, permaneciendo cerrada en invierno, o sea de abril a noviembre.
Ahora los dejo con fotografías de ese bello lugar, el sueño de Monet hecho realidad.
El comedor
La cocina con sus utensilios de cobre.
Monet en sus Jardines
Salon Atellier
Pasear por los jardínes, entre bambú, lirios, azucenas, dalias, sauces llorones y nenúfares es entrar en los mismos óleos de Claude Monet y dejarse llevar por sus bellas pinceladas plasmadas de bellos colores.
Rodeado de todas esas bellas flores, los reflejos en el agua del estanque, Monet tenía millones de razones de permanecer en sus bellos jardines.
Espero que hayan disfrutado este recorrido. Nos vemos pronto. Cynthia R.
